Venimos de una época de mucho calor, una época en la que, si hemos seguido las recomendaciones oportunas, nuestra piel ha estado muy hidratada para protegernos de los rayos de sol y, con la llegada del otoño, no podemos dejarla de lado. 

Pasamos del calor al frío, al viento y a las lluvias y eso no debe ser sinónimo de abandonar nuestra rutina. Es momento de seguir actuando y tratando nuestro rostro con mucho cariño.

El secreto seguro que ya lo sabes pero, por si es la primera vez que entras, hay dos cosas que debes saber ¡te las recordamos!

La hidratación facial

No solo es importante hidratarse por fuera sino que debemos hidratarnos por dentro. Bebe agua e ingiere verduras y frutas. Una buena alimentación tiene una clara y visible repercusión en el estado de nuestro cutis, en concreto, y de nuestra piel en general.

La limpieza del rostro

Como decíamos, es época de cambios de temperaturas y, puntualmente, de viento. Con el día a día, aunque parezca mentira, nuestra piel absorbe todo tipo de impurezas: desde el propio sudor a la contaminación del aire, al maquillaje… la limpieza diaria no puede faltar y, una vez por semana, una exfoliación que nos ayude a eliminar las células muertas y la suciedad más profunda. 

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Que el otoño no te impida presumir de piel